domingo, 23 de febrero de 2014

Take Five

Dave Brubeck. Take Five, su distintivo y contagioso saxofón y el empleo de un compás inusual de 5/4 —de allí deriva el nombre de la canción—Si bien "Take Five" no fue la primera composición de jazz en utilizar este compás, sí fue una de las primeras piezas en lograr una amplia aceptación comercial.

Fuentes:
 www.iniciados.com/jazz-de-buenas-noches-t7723.html
es.wikipedia.org/wiki/Take_Five

All the Things You Are

Gerry Mulligan. El tema es All the Things You Are, un tema que cambia de tonalidad algunas veces y suele ser difícil, por la velocidad a la que van los cambios de acorde en ciertas partes.
Fuente:
 www.iniciados.com/jazz-de-buenas-noches-t7723.html

A Night in Tunisia

Dizzy Gillespie. Un tema icónico de esa revolución del jazz que lo cambió de una forma rotunda. Hablo de la revolución del Bop Y el tema es A Night in Tunisia.
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 www.iniciados.com/jazz-de-buenas-noches-t7723.html

Willow Weep For Me

Hank Jones, uno de los principales pianistas de jazz de todos los tiempos. De todos los tiempos porque nació en 1918 y murió hace muy poco, 2010, creo. Fue Hank Jones unos de los pianistas más elegantes y versátiles. Aquí toca Willow Weep For Me.

 Fuente:
 www.iniciados.com/jazz-de-buenas-noches-t7723.html

Samba de una nota só

Coleman Hawkins. Samba de una nota só, en la que igual que en el otro tema, destaca la impro de Galbraith, con una sensibilidad pareja a la de Bean.

 Fuente:
 www.iniciados.com/jazz-de-buenas-noches-t7723.html

Samba Para Bean


Coleman Hawkins. Samba Para Bean. "Bean" (habichuela) era el mote de Coleman Hawkins, debido a que en USA llaman beans a los que son muy agarrados, según tengo entendido. Hawkins era un bicho malo para esto del dinero.

 Fuente:
http://www.iniciados.com/jazz-de-buenas-noches-t7723.html

Si tu Vois Ma Mère

Si tu Vois Ma Mère, de Sidney Bechet.


Fuente:
http://www.iniciados.com/jazz-de-buenas-noches-t7723.html

Caravan

Duke Ellington. El tema sugiere a una caravana de camellos atravesando el desierto.

Recorded in New Jersey, July 1955. Thelonious Monk - piano; Oscar Pettiford - bass; and Kenny Clarke - drums.

Fuente:
 http://www.iniciados.com/jazz-de-buenas-noches-t7723.html

In A Sentimental Mood

In A Sentimental Mood,  Ellington, el compositor y Coltrane al saxo tenor.

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 http://www.iniciados.com/jazz-de-buenas-noches-t7723.html

viernes, 21 de febrero de 2014

ZORZAL CHARLO (Turdus viscivorus)

Orden Passeriformes; familia Turdidae
Longitud: 26-29 cm
Envergadura: 42-47 cm



Es un zorzal grande, bastante más corpulento que el zorzal común y más alargado y erguido cuando se posa. Las partes dorsales son de color pardo grisáceo y las inferiores, blanquecinas, con una mancha gris oscura a los lados del pecho e intensamente moteadas, desde la garganta hasta el vientre, por gruesas pintas oscuras dispuestas aleatoriamente. En la cara presenta un diseño irregular de manchas grises, blancas y negras. Los jóvenes aparecen intensamente moteados de marrón, ocre y blanco por todo el plumaje. Su vuelo es rápido y directo, y es en el aire cuando se hace especialmente visible su larga cola y la región axilar de color blanco, que permiten distinguirlo con facilidad de otros zorzales.

Se extiende por toda Europa, la mitad occidental de Asia (hasta el oeste del Himalaya) y la franja mediterránea africana. Cuenta con tres subespecies, de las cuales viscivorus está presente en casi toda Europa, excepto en Córcega y Cerdeña. En España se distribuye ampliamente por toda la Península, donde solamente escasea en las regiones más áridas y desarboladas del valle del Ebro, las dos Castillas, el sur de Extremadura, Levante y el valle del Guadalquivir. No cría en los archipiélagos balear y canario ni en Ceuta y Melilla, aunque sí aparece en estos lugares —salvo en Canarias— como invernante.

Desplazamientos

Las poblaciones del norte y este de Europa son parcialmente migradoras y se desplazan hasta la región mediterránea en número variable, en función de lo adversas que resulten las condiciones climatológicas. Las aves centroeuropeas se van tornando progresivamente más residentes cuanto más al sur, de manera que en nuestras latitudes toda la población se comporta como sedentaria. No obstante, las parejas que se reproducen a grandes altitudes realizan movimientos en altura con la llegada del invierno. El anillamiento científico revela que en España, entre octubre y abril, se concentran ejemplares invernantes procedentes de varios países europeos (principalmente Alemania, Países Bajos). Asimismo, se registra un débil paso migratorio por Gibraltar en otoño y principios de la primavera.

Población

Las poblaciones europeas se estiman en 1,8-3,9 millones de parejas reproductoras, de las cuales se calcula que 330.000-790.000 son españolas. La tendencia poblacional de la especie, aunque fluctuante, se ha mostrado ligeramente positiva en el periodo 1998-2005, según reflejan los resultados del programa SACRE.

Hábitat

Ocupa gran variedad de ambientes forestales, tanto cerrados como abiertos. Prefiere los bosques de robles y coníferas, aunque también puede aparecer en encinares, alcornocales y quejigares, así como en dehesas. La presencia de sotobosque diverso y abundante o la cercanía de sotos y
riberas favorecen su presencia, ya que estos entornos le proporcionan abundantes invertebrados. Aunque las mejores densidades se encuentran en robledales y pinares montanos, este zorzal puede habitar desde áreas situadas al nivel del mar hasta regiones muy elevadas —2.000 metros en Sierra Nevada—, pues se reproduce, preferentemente, por encima de los 1.000 metros de altitud.

Alimentación

La dieta de esta especie se compone de un amplio repertorio de invertebrados (insectos, caracoles, lombrices, arañas, etc.), además de otros alimentos vegetales, como frutos y semillas, aunque con predominio de la dieta animal en primavera y verano. En bosques de coníferas es especialmente aficionado a los pegajosos frutos del muérdago, hábito del que procede su nombre científico (viscivorus, o comedor de muérdago).

Reproducción

Su temporada de cría comienza temprano; ya en el mes de febrero pueden observarse nidos en construcción, que se suelen ubicar a gran altura, sobre la horquilla de un árbol. Estos se confeccionan con diversos materiales vegetales y otros elementos, como papeles o plumas; se refuerzan con barro y se revisten por dentro de materiales más finos. A menudo, la hembra —encargada de su construcción— decora los bordes del nido con hojas verdes, plásticos o pétalos. La puesta tiene lugar hacia el mes de abril y consta de tres a cinco huevos de un suave color azulado o verdoso, que la hembra incuba durante 12-15 días. Se ha citado algún relevo del macho en la incubación, pero no se considera este un comportamiento habitual. Los pollos serán alimentados durante 12-15 días por ambos progenitores, aunque, una vez que abandonan el nido, dependen de los padres al menos dos semanas más hasta que se independizan. Suele realizar una segunda puesta, e incluso una tercera, en la misma temporada.

Amenazas y Conservación

El zorzal charlo es una especie que se adapta a multitud de ambientes, pero, como casi todas las aves, se ve afectado por la pérdida y modificación del hábitat. La expansión urbanística y la intensificación agrícola comportan la reducción tanto de sus fuentes de alimento como de sus lugares de cría. Por otro lado, aunque no es un ave que esté sometida a una importante presión cinegética, en algunas regiones del País Vasco su caza abusiva puede suponer un problema grave para las poblaciones reproductoras.

FUENTES:
 http://www.seo.org/ave/zorzal-charlo/


PICO PICAPINOS (Dendrocopos major)

Orden Piciformes; familia Picidae
Longitud: 23-26 cm
Envergadura: 38-44 cm

 

 

La especie comparte la coloración típica de los picos, con tonos muy intensos y definidos. La región dorsal es blanquinegra y presenta un característico patrón. Posee unas listas negras a ambos lados de la cara y el cuello, que enlazan con el pecho, el pico, los hombros y la nuca. Las regiones ventrales son blancas, sin listas ni punteaduras, y la zona anal luce una extensa y llamativa coloración rojiza. El dimorfismo sexual se aprecia sobre todo en la nuca: roja en los machos y negra en las hembras. El plumaje de los jóvenes resulta más difuso, con las partes ventrales de color blanco sucio y una menor intensidad de rojo en la zona anal; asimismo, se distinguen de los adultos por tener el píleo rojo.

Es el pícido más ampliamente distribuido de toda la avifauna europea. Se extiende por la totalidad del Paleártico hasta el sur del Atlas, Anatolia, el Cáucaso, el norte de Irán y Mongolia. Falta en Irlanda y en algunas islas del mar del Norte y el Mediterráneo. Se reconocen numerosas subespecies. En la Península Ibérica se encuentra la raza hispanus, que se extiende por todo el territorio. Al tratarse de una especie marcadamente forestal, resulta más abundante y se encuentra más homogéneamente repartida por la mitad norte peninsular, con la excepción de las regiones áridas del valle del Ebro. En el sur se concentra en comarcas montañosas, si bien escasea o falta en Levante, el valle del Guadalquivir y las llanuras de La Mancha y Extremadura. Falta en Baleares, Ceuta y Melilla. En las islas Canarias aparece en Tenerife y Gran Canaria, representado por las subespecies endémicas numidus y canariensis, respectivamente.

Desplazamientos

Es una especie residente en toda su área de distribución, si bien las poblaciones más norteñas pueden emprender desplazamientos de corta entidad durante la estación
desfavorable.

Población

En Europa se calcula que existe una población de 3,5-16 millones de parejas reproductoras, de las cuales 143.000-190.000 se estima que son españolas. Las subespecies endémicas de Canarias se cifran en 175-200 parejas en Tenerife y en 500 parejas en Gran Canaria. No se conoce con exactitud la tendencia demográfica de la especie, pero en regiones como Cataluña se ha constatado su propagación durante las últimas décadas. Muy probablemente, el abandono rural —con la consecuente expansión de las zonas boscosas— y las repoblaciones de coníferas han resultado ser factores beneficiosos para el pico picapinos.

Hábitat

La especie ocupa todo tipo de formaciones forestales de cierta madurez, cerradas o abiertas, desde pinares alpinos por encima de los 2.000 metros en Pirineos hasta choperas al nivel del mar. Sin embargo, prefiere los bosques densos de coníferas, donde alcanza las mayores densidades. La gran adaptabilidad de la que hace gala a la hora de instalarse se debe en parte a su capacidad para trabajar casi cualquier tipo de madera, incluso las más duras, como las de encina, enebro o tejo. Esto le permite seleccionar una gran variedad de hábitats, ya que —al contrario que otros picos— no precisa de árboles muertos o de madera blanda para taladrar sus nidos.

Alimentación

Se alimenta principalmente de insectos, sobre todo de sus larvas, que busca excavando con el pico en el interior de la madera o bajo las cortezas. En invierno, cuando los insectos escasean, ingiere una cierta cantidad de materia vegetal, particularmente piñones, bellotas, avellanas y otros frutos secos. Para abrirlos, primero los introduce en el hueco de la corteza de un árbol y posteriormente taladra su cáscara. A menudo, perfora surcos en los pinos para producirles una pequeña herida de la que succiona savia, rica en minerales y azúcares. En ocasiones, durante la estación reproductora, puede depredar sobre huevos y pollos de otras aves forestales, obteniendo así una dosis extra de valiosas proteínas.

Desplazamientos

Es una especie residente en toda su área de distribución, si bien las poblaciones más norteñas pueden emprender desplazamientos de corta entidad durante la estación
desfavorable.

Reproducción

La construcción del nido —un profundo túnel en la madera de algún árbol— comienza en mayo y se prolonga por un periodo de dos o tres semanas. La puesta suele realizarse a lo largo del mes de junio y consta de cuatro a siete huevos blancos, que son incubados durante 10-13 días por ambos progenitores. Estos ceban a los pollos conjuntamente durante 20-23 días con una abundante provisión de invertebrados. Transcurrido este tiempo, los pollos abandonan la cavidad donde nacieron —normalmente a principios de julio—, aunque seguirán recibiendo alimento de los padres algunos días más.

Amenazas y Conservación

Las poblaciones de pico picapinos establecidas en la Península no presentan problemas de conservación importantes. No obstante, se ven afectadas por la tala de bosques, los incendios, la eliminación de árboles muertos y, en general, por prácticas silvícolas inadecuadas, que impiden que se den buenas densidades de la especie en algunas zonas. Una situación muy distinta es la que padecen las subespecies endémicas de Canarias, donde la escasez de territorio adecuado, los incendios y una  gestión forestal inapropiada han fragmentado mucho su hábitat y restringido las poblaciones a relictos forestales de pocas hectáreas. Por estos motivos, ambas subespecies están catalogadas como “Vulnerables” en el Libro Rojo de las aves de España. El pico picapinos aparece incluido en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas en la categoría “De interés especial”.

FUENTES:
 http://www.seo.org/ave/pico-picapinos/

AGATEADOR COMÚN (Cethia brachydactyla)

Orden Passeriformes; familia Certhiidae
Longitud: 12 cm
Envergadura: 17,5-20 cm

Ave diminuta, insectívora y forestal. Prospecta constantemente los troncos de los árboles, de los que extrae alimento con su pico, fino, largo y curvo. Su plumaje resulta muy críptico. El dorso y las alas del agateador común muestran un mosaico de colores marrones-castaños de diferentes intensidades, salpicado con motas más claras, grises o crema. Las partes inferiores de su cuerpo, por el contrario, son de color blancuzco, pero pocas veces se observan, pues pasa gran parte del día pegado a la corteza de los troncos, y solo realiza vuelos cortos y muy rápidos. Trepa habitualmente con la cabeza hacia arriba, apoyándose sobre su cola. Esta es larga, parda, y se compone de plumas con raquis grueso y libre de barbas en su extremo distal.

jueves, 20 de febrero de 2014

VERDERÓN COMÚN (Carduelis chloris)

Orden Passeriformes; familia Fringillidae
Longitud: 15 cm
Envergadura: 24,5-27,5 cm

Podría describirse como un “gorrión verde”. Es cabezón, con un pico ancho y fuerte. Destaca su coloración, verde esmeralda, con llamativas manchas amarillas en el hombro, en las plumas remeras de las alas y en la cola . Las hembras  presentan colores más discretos que los machos, pero ambos son muy parecidos. Solamente los jóvenes resultan algo distintos, pues al salir del nido tienen plumaje moteado en las partes inferiores, y el verde de su manto y cabeza es mucho más apagado que el de los adultos. Su coloración se parece a la de verderones serranos, lúganos y verdecillos, aunque el verderón común se reconoce bien por su mayor tamaño y por poseer amplias manchas amarillas en sus alas. Cuando vuela, este detalle resulta útil para distinguirlo de verdecillos, pardillos comunes y jilgueros.

Se extiende por casi toda Europa, aunque se enrarece en el interior y norte de Escandinavia. Además aparece en el norte de África. Parece que está en expansión, no solo hacia el norte, sino también hacia el este, alcanzando en las últimas décadas Israel y Egipto. En España se encuentra en la práctica totalidad de nuestra geografía, incluyendo tanto las islas Canarias y las Baleares como Ceuta y Melilla. Se reconocen varias subespecies, pero solo se aceptan dos para el territorio español: aurantiiventris en la Península, Baleares y Canarias, y vanmarli para el noroeste de España y Portugal.

Desplazamientos

Es una especie migradora parcial. Las poblaciones europeas más norteñas, ubicadas en Rusia y Escandinavia, se desplazan hacia el sur tras el periodo reproductor. También migran poblaciones más meridionales. A la Península llegan, durante el invierno, efectivos procedentes de Bélgica, Alemania, Inglaterra, Holanda, Suiza, etc. A su vez, en el territorio ibérico hay poblaciones sedentarias y migradoras. Unas se quedan; y otras, junto con ejemplares extraibéricos, cruzan a África durante los meses de octubre y noviembre, y regresan entre febrero y abril. También se registran movimientos altitudinales: con la llegada del frío y la consiguiente escasez de alimento, los verderones se concentran en cotas bajas y territorios cálidos.

Población

El Atlas de las aves reproductoras de España (2003) estima la población europea en 10-20 millones de parejas, y la española, en 1,1-3,6 millones. La mayor densidad se registra en ambientes cálidos, dominados por formaciones leñosas perennes mediterráneas. La tendencia es positiva, según los datos del programa SACRE en el año 2005.

Hábitat

El verderón común ocupa un diverso espectro de ambientes y un rango altitudinal muy amplio, desde el nivel del mar hasta los 2.000 metros. Se desenvuelve muy bien en las plantaciones de árboles frutales. También prospera en huertos, parques y jardines, y, en general, en cualquier medio que tenga árboles dispersos. Así, coloniza bosques abiertos de frondosas y de coníferas, linderos conformados por árboles o arbustos altos, etc. En invierno se concentra sobre todo en formaciones arbóreas de climas cálidos: olivares, naranjales, acebuchales, encinares, pinares de pino piñonero, etc. También vagabundea con otras aves granívoras (verdecillos, jilgueros, pardillos) por campos de cultivos herbáceos.

Alimentación

Ingiere un amplísimo número de semillas, que recoge en el suelo o directamente en las plantas. Consume tanto las diminutas semillas de los jaramagos (familia Cruciferae) como los piñones del pino piñonero. También pica la pulpa de frutos carnosos, y en primavera completa la dieta
de sus pollos con insectos.

Reproducción

Cría dos o tres veces al año, de marzo a agosto. No es especialmente territorial, y varias parejas pueden instalar sus nidos muy próximos entre sí. Para construirlos, la especie emplea ramitas muy finas, raíces, pelo, plumas, musgo, líquenes y hierbas. La hembra suele poner de cuatro a seis huevos, pero se dan casos de puestas con entre tres y ocho. La incubación dura 11-15 días, y los pollos vuelan tras superar las dos semanas de vida. En ese momento, el macho suele alimentarlos, mientras la hembra inicia la siguiente puesta.

Amenazas y Conservación

Por su abundancia y capacidad para acoplarse a paisajes humanizados, tanto urbanos como agrarios, no parece una especie amenazada. Sin
embargo, está sufriendo notablemente el uso abusivo de plaguicidas y herbicidas en los olivares y otros cultivos. Asimismo, como otros fringílidos, padece la lacra del trampeo ilegal o consentido, de modo que cada año mueren o son enjaulados miles de ejemplares.


FUENTES:
 http://www.seo.org/ave/1693/

MIRLO COMÚN (Turdus merula)

Orden Passeriformes; familia Turdidae
Longitud: 24-25 cm
Envergadura: 34-39 cm

Túrdido de mediano tamaño y con aspecto muy característico. De tonos uniformes y oscuros, el macho luce color negro, con el pico y el anillo ocular anaranjados, mientras que la hembra es marrón oscura, con el pico amarillento o parduzco. Exhibe un vuelo ágil y directo, frecuentemente a baja altura, entre matorrales y zonas de vegetación enmarañada. Posado en el suelo, anda a saltos, y cuando se para muestra una pose muy erguida.

Presenta una distribución amplia y continua por todo el Paleártico, la India y Asia oriental. En Australia y Nueva Zelanda se trata de una especie introducida y asilvestrada. De las siete subespecies registradas en el Paleártico occidental, dos se encuentran en España. En España es un pájaro ampliamente distribuido y común en toda la Península Ibérica, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla. Únicamente falta en las islas Canarias orientales y en algunos puntos de la Península. En Iberia y Baleares se encuentra la subespecie merula; y en Canarias, la subespecie cabrerae.

Desplazamientos

Las poblaciones ibéricas son mayoritariamente sedentarias, con movimientos locales o regionales de entidad desconocida. Además, la Península y Baleares reciben aves migrantes e invernantes procedentes del centro y el norte de Europa. El paso prenupcial se registra en febrero y marzo, mientras que el posnupcial se detecta de septiembre a noviembre, con máximos a finales de octubre.

Población

En Europa es una de las especies más frecuentes y numerosas, con una población impresionante, estimada en 33-71 millones de parejas. En España también resulta muy común y localmente abundante, con más de un millón de parejas reproductoras (Atlas de las aves reproductoras de España, 2003). Sus tendencias poblacionales son claramente positivas, según refleja el programa SACRE para el periodo 1996-2005.

Hábitat

Ocupa un amplio abanico de ambientes, incluyendo zonas forestales, mosaicos agrícolas, formaciones de matorral, algunos humedales, y parques y áreas ajardinadas en el interior de núcleos urbanos. Gusta de zonas cubiertas por árboles y matorrales, y escasea en los sectores más secos, donde se acantona en sotos y huertas. Está presente desde el nivel del mar hasta los 2.200 metros de altitud que alcanza en el Sistema Central. Las mayores densidades se registran en alcornocales, dehesas y cultivos de frutales de la región mediterránea.

Alimentación

Se alimenta principalmente de insectos y lombrices, así como de frutos diversos, especialmente en otoño e invierno.

Reproducción

El periodo de reproducción se prolonga de marzo a julio, con posibilidad de realizar dos o tres puestas anuales (ocasionalmente hasta cinco). El nido, construido por la hembra con la ayuda del macho, consiste en una taza de hierbas y hojitas, tapizada de musgos y barro. Los enclaves de nidificación habituales incluyen las ramas de pequeños árboles y arbustos, y, más raramente, otro tipo de sustratos (muros, agujeros de cortados, suelo…). La puesta consta de dos a seis huevos, de color azulado y más o menos moteados de pardo-rojizo, que incuba la hembra durante 13 días. Los pollos son cuidados por ambos progenitores hasta las tres semanas de edad, aunque pueden volar a los 13 días.

Amenazas y Conservación

Se trata de un ave abundante y ampliamente distribuida en España, con tendencias positivas, por lo que no se considera amenazada. No padece factores de amenaza evidentes, aunque en determinadas zonas puede hallarse sometida a la presión de la caza, ya que en algunas comunidades está considerada una especie cinegética.

FUENTES:
 http://www.seo.org/ave/mirlo-comun/

RABILARGO (Cyanopica cyanus)

Orden Passeriformes; familia Corvidae
Longitud: 34-35 cm
Envergadura: 38-40 cm


Cuando contemplamos a esta ave, pocos son los indicios que nos permiten relacionarla con la familia que integra a cuervos, cornejas y grajillas, aves por lo corriente robustas y enlutadas. El más ligero de nuestros córvidos, por el contrario, es un pájaro más bien grácil y de larguísima cola, que luce un bello plumaje en el que dominan los tonos azulados, marrones —con un suave matiz rosáceo— y blancos. En fuerte contraste con los colores descritos, el ave muestra un capirote negro brillante que abarca casi toda la cabeza. Las diferencias entre adultos y jóvenes son poco evidentes, aunque estos tienen un plumaje menos contrastado y el capirote jaspeado de gris.

MOSQUITERO COMÚN (Phylloscopus collybita)

Orden Passeriformes; familia Sylviidae
Longitud: 10-11 cm
Envergadura: 15-21 cm

Se trata de un pequeño pajarillo de pico fino y patas oscuras. Presenta tonos verdosos o pardo-grisáceos en el dorso y blanquecinos en las partes inferiores. Ambos sexos resultan similares, si bien los machos son ligeramente mayores que las hembras. Es una especie prácticamente idéntica en el campo al mosquitero ibérico, del que se distingue por su canto y por encontrarse presente en nuestro territorio durante todo el año o en invierno —según las regiones—, mientras que el ibérico es un ave únicamente estival. Es también muy similar al mosquitero musical, pero este posee las patas y el pico pálidos, así como la lista superciliar y otras finas marcas auriculares más definidas. Además, el musical solo está presente en paso.

Se distribuye como reproductor de forma amplia y continua por las latitudes templadas y boreales de Europa y Asia hasta el lago Baikal y de manera más localizada en el sureste de Europa y Oriente Próximo. Su situación taxonómica resulta compleja. Existe un gradiente en la coloración a lo largo de toda Europa que permite reconocer dos grandes agrupaciones de mosquiteros comunes: el grupo collybita, que se distribuye por toda Europa y presenta tonalidades predominantemente verdosas, y el grupo tristis, extendido por el extremo oriental de Europa y Asia y caracterizado por poseer tonalidades más pardas y grises. En España, como nidificante se distribuye fundamentalmente por los Pirineos, Cataluña, sotos fluviales de la Meseta norte, Comunidad Valenciana y, de forma más dispersa, por otras localidades de la mitad norte peninsular. No cría en Baleares ni en Canarias. Como invernante ocupa toda la Península Ibérica y Baleares, si bien es especialmente abundante en las zonas más atemperadas de la región mediterránea. En España están presentes la subespecie collybita, como reproductora e invernante, y la subespecie abietinus, que resulta mucho más rara y aparece solo en migración.

Desplazamientos

Las poblaciones ibéricas parecen ser sedentarias y realizar únicamente movimientos de escasa entidad. Las poblaciones del centro y norte de Europa son parcialmente migradoras y poseen sus principales cuarteles de invernada en el entorno mediterráneo.De este modo, la Península Ibérica y Baleares reciben un importante contingente de mosquiteros comunes procedentes de Europa central y occidental. El paso prenupcial se produce entre febrero y marzo (con máximos a principios de marzo) y el posnupcial entre septiembre y diciembre (con los mayores números de aves a finales de octubre y principios de noviembre).

Población

La población europea se ha estimado en 30-60 millones de parejas, lo que convierte a la especie en una de más comunes en el continente. En España no se dispone de estimaciones precisas de la población reproductora de mosquitero común, dada además la dificultad de diferenciarlo del mosquitero ibérico, pero se calcula en unas 40.000-60.000 parejas, cuya tendencia se muestra claramente decreciente en los últimos años, según los datos aportados por el programa SACRE para el periodo 1998-2005. Resulta, sin embargo, una especie muy abundante en invierno y durante los pasos migratorios.

Hábitat

Se trata de una especie eminentemente forestal. Para reproducirse selecciona una gran variedad de ambientes boscosos, si bien manifiesta una clara preferencia por los bosques de ribera o caducifolios frescos y húmedos (hayedos, robledales, etc.). Durante la invernada se muestra menos exigente y puede ocupar también zonas más abiertas, como matorral mediterráneo, jardines o carrizales.

Alimentación

Su dieta se basa en el consumo de pequeños invertebrados, que puede complementar con la ingesta de pequeños frutillos en otoño e invierno, e incluso néctar y polen en primavera.

Reproducción

El periodo reproductor se extiende de marzo a julio. El nido es construido básicamente por la hembra en unos pocos días y consiste en una pequeña estructura cerrada, elaborada con hojitas y musgos, a la que se accede a través de una entrada lateral. Se sitúa a baja altura entre la espesura de la vegetación, habitualmente en un matorral o arbusto denso. La puesta consta de tres a nueve huevos de color blanco, lisos o moteados, que son incubados durante 13-15 días por la hembra. Durante su estancia
en el nido, los pollos son atendidos y alimentados principalmente por la madre. Emprenden sus primeros vuelos a los 14-16 días de vida, aunque permanecerán aún otros 10-20 días más bajo la tutela de los padres, que se reparten su cuidado hasta que alcanzan la independencia. Puede realizar dos puestas anuales.

Amenazas y Conservación

En España, el mosquitero común no se considera una especie amenazada, aunque puede verse afectado por la destrucción de los bosques de ribera (que constituyen uno de los hábitats más favorables para la especie) debido a talas de choperas, canalizaciones, etc. Se incluye en la categoría “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

FUENTES:
 http://www.seo.org/ave/mosquitero-comun/

PETIRROJO EUROPEO (Erithacus rubecula)

Orden Passeriformes; familia Turdidae
Longitud: 14-16,5 cm
Envergadura: 20-22 cm


Identificación

Pajarillo de constitución rechoncha, sobre todo en invierno, cuando ahueca sus plumas para generar una capa de aire caliente interior. Machos y hembras son idénticos en coloración. En su plumaje destaca la amplia mancha anaranjada que se extiende por la cara, la garganta y el pecho, la cual aparece bordeada por una irregular y sutil banda gris. El resto del plumaje resulta poco vistoso. Domina el color pardo verdoso en el dorso y las alas, y el blanco sucio en el vientre. Los jóvenes volantones, antes de la muda parcial a finales del verano, muestran un plumaje pardo, con casi todas sus plumas punteadas en su extremo con motas amarillentas. El petirrojo europeo se mueve habitualmente por el suelo en busca de insectos. Para cantar se posa en las ramas altas de los árboles, ya sea en invierno o durante la temporada de cría. Es muy agresivo, tanto con ejemplares de su misma especie como con el resto de las aves, no solo en la época reproductora, sino también durante la invernada. En este último periodo, las parejas se separan y defienden territorios individuales.

Aparece por toda Europa, las islas atlánticas y el norte de África, y penetra en Asia hasta los Urales y el mar Caspio. En invierno desaparece de las localidades más septentrionales de Europa y Asia, y amplía su área de distribución en África y Oriente Próximo. Se han descrito numerosas subespecies. En España las poblaciones reproductoras españolas se asignan a la subespecie rubecula. No obstante, se aprecia una disminución gradual en el tamaño corporal de norte a sur, de modo que las poblaciones septentrionales se han relacionado con la subespecie británica melophilus, y las meridionales se han descrito como pertenecientes a witherbyi e hispanica. Además, en las islas Canarias se admite la presencia de dos formas: en Tenerife y Gran Canaria habita la subespecie endémica superbus, mientras que en La Palma, La Gomera y El Hierro vive rubecula. En invierno resulta muy común en toda la Península, Ceuta, Baleares y Canarias, pero evita las montañas, sobre todo en la mitad norte. En cambio, en primavera se invierte el patrón, y su distribución se ajusta a grandes rasgos a los territorios con precipitaciones elevadas o moderadas (pocas veces inferiores a los 600 milímetros anuales). En efecto, en esa época se localiza principalmente en el norte de España, penetrando hacia el sur a favor de las montañas (Sistema Ibérico, Sistema Central, Montes de Toledo, Las Villuercas, Sierra Morena y sierras béticas) y de los bosques de ribera; desaparece en Baleares y se mantiene en Canarias.

Desplazamientos

El petirrojo tiene un comportamiento sedentario o migrador, según el territorio considerado en su rango de distribución euroasiático. Las poblaciones del norte de Europa (Escandinavia, Rusia y mitad norte de Europa oriental) son migradoras totales. Por el contrario, las poblaciones de las islas atlánticas, Europa occidental y el norte de África son sedentarias, aunque también experimentan movimientos migratorios; así, las instaladas en los bosques montanos descienden a cotas altitudinales bajas en invierno. Este último fenómeno resulta muy común en España. A su vez, el anillamiento científico revela que, en los meses invernales, la Península Ibérica y Baleares albergan nutridas poblaciones procedentes de toda Europa. Además, tanto en otoño (septiembre-noviembre) como a principios de la primavera (febrero-abril), en el estrecho de Gibraltar se registra un importante trasiego de petirrojos europeos que invernan al sur del Sáhara.

Población

La población europea se estima en 40-160 millones de parejas reproductoras. En España se calcula la existencia de 1,2-3 millones de parejas (Atlas de las aves reproductoras de España, 2003). Según los resultados del programa SACRE en 2005, la tendencia de las poblaciones ibéricas es significativamente positiva.

Hábitat

En primavera y verano, en la mitad sur de España, el petirrojo cría en bosques ribereños y montanos, subiendo hasta los 2.000 metros en Sierra Nevada. En la misma época, pero en la mitad norte, se reproduce en cualquier tipo de bosque, campiñas, huertos, parques y jardines, exceptuando los parajes bajos, deforestados, secos o térmicos del valle del Ebro y la depresión del Duero. En invierno aparece en todo tipo de hábitats, salvo en los parajes montanos fríos. Abunda especialmente en el monte mediterráneo rico en arbustos con frutos carnosos, así como en ambientes con gran cantidad de insectos.

Alimentación

Se trata de un ave típicamente insectívora, que consume hormigas, escarabajos y arañas. En otoño e invierno completa su dieta con frutos de zarza, saúcos, lentiscos, olivos y acebuches; incluso puede alimentarse de bellotas partidas por trepadores azules y carboneros comunes.

Reproducción

Las poblaciones más norteñas o instaladas en territorios montanos sacan una pollada, mientras que las demás efectúan dos puestas. Dependiendo igualmente de la latitud y la altitud, la especie puede comenzar a criar entre marzo y mayo, y finaliza en junio o julio. Instala el nido cerca del suelo, en oquedades naturales o en la base de arbustos o árboles. El nido se compone de abundante hojarasca, hierbas y musgos, con el interior tapizado de raicillas muy finas, pelo y plumas. La hembra pone de cuatro a seis huevos (más raramente entre dos y ocho), de color blanco azulado y con motas, las cuales pueden ser oscuras, grandes y concentradas en el polo ancho, o bien pequeñas, pardas, muy numerosas y distribuidas por toda la superficie. La incubación corre a cargo de la hembra y dura 12-15 días. El macho alimenta a la hembra y a los pollos recién nacidos. Pocos días después de la eclosión, ambos padres cuidan y alimentan a los pollos durante otros 12-15 días. La atención del macho hacia los pollos puede observarse incluso cuando la hembra ya ha iniciado la segunda puesta.

Amenazas y Conservación

El petirrojo europeo está considerado “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. El aumento del tamaño poblacional registrado en los últimos años puede deberse a la reforestación y “matorralización” natural, fruto del abandono del campo. No obstante, como otras muchas especies insectívoras, este pájaro se está viendo afectado por la generalización de los tratamientos químicos para eliminar la vegetación competidora en los olivares, un hábitat muy favorable para la invernada de millones de aves.

FUENTES:
http://www.seo.org/ave/petirrojo-europeo/

VERDECILLO (Serinus serinus)

Orden Passeriformes; familia Fringillidae
Longitud: 11,5 cm
Envergadura: 20-23 cm

Se trata de un ave pequeña, con un pico ancho, pero muy corto, y una cola con una marcada escotadura en el extremo. Machos y hembras poseen un conspicuo obispillo verdeamarillento. Ambos, además, tienen el pecho y el vientre de color blanco amarillento, con pintas o cortas rayas verticales. Pero los machos, sobre todo en primavera, muestran la frente, la garganta y la pechera teñidas de intenso amarillo. Por su tamaño, aspecto y coloración, el verdecillo se asemeja a los lúganos, aunque presenta el pico más corto y menos afilado, y carece de las bandas verde-amarillentas que son fácilmente visibles en el lúgano. También podría confundirse con el verderón serrano; no obstante, este tiene la cabeza gris, y además habita en el límite altitudinal superior del bosque, donde el verdecillo resulta muy escaso. En invierno conforma nutridos bandos y se mezcla con otros fringílidos granívoros, como verderones comunes, pardillos comunes, jilgueros, etc.

Especie distribuida por el noroeste de África y toda Europa, a excepción de gran parte de Escandinavia. En los dos últimos siglos ha aumentado sensiblemente su área de distribución en el continente europeo. Partiendo de los territorios mediterráneos, ha ido colonizando el centro, norte y este de Europa. En España se encuentra en prácticamente todo el territorio, incluyendo los archipiélagos balear y canario. Solamente se enrarece en los parajes altimontanos y en las zonas totalmente deforestadas durante la época reproductora.

Desplazamientos

Los verdecillos europeos e ibéricos son migradores parciales. La mayoría de las poblaciones del norte, centro y este de Europa migran a finales del verano hacia la región mediterránea y retornan entre los meses de febrero y mayo. En España se controlan, durante la época invernal, verdecillos anillados en Europa occidental: Francia, Alemania, Bélgica y Suiza. Además, una importante proporción de la población del norte y centro peninsular  desciende en altitud o se desplaza entre septiembre y noviembre hacia el sur, cruzando el mar Mediterráneo e invernando de manera masiva en el norte de África. Estos verdecillos regresan a España en marzo y abril.

Población

La población europea podría alcanzar los 12 millones de parejas (datos del año 2000). En España se trata de un ave muy común, hasta el punto de que es la más ampliamente distribuida y abundante, de acuerdo con los resultados del programa SACRE en el año 2005. Según el Atlas de las aves reproductoras de España (2003), podría haber 4,1-6,6 millones de parejas. Prefiere los ambientes cálidos a los fríos o de montaña. Su abundancia aumenta hacia el sur y este peninsular, pero también es común en las campiñas del norte de España. Las mayores densidades se han registrado en naranjales y olivares levantinos y andaluces, con más de 28 parejas por cada 10 hectáreas.

Hábitat

Para criar selecciona prioritariamente las plantaciones de cítricos y olivos. También resulta muy frecuente en bosques abiertos, siendo algo más abundante en los de hoja perenne. Igualmente se acomoda a criar o buscar alimento en huertos y parques urbanos. En otoño e invierno amplía el espectro de hábitats y es habitual observar bandos en paisajes agrarios con escasa vegetación arbórea.

Alimentación

Su dieta se compone principalmente de semillas de hierbas efímeras o bianuales (Erysimum, Senecio, Cerastium, Myosotis, Prunella vulgaris, Silene). Además, de forma secundaria ingiere insectos y picotea la pulpa de frutos carnosos.

Reproducción

Cría dos o tres veces al año, de marzo a julio, dependiendo del territorio. De hecho, las parejas del sur y levante pueden iniciar la cría ya en febrero, mientras que las del norte y el interior suelen esperar a los meses de abril o mayo. La hembra construye un nido, pequeño y compacto, para cada puesta. Emplea tallos herbáceos, raíces muy finas, musgo y líquenes. Forra el interior con pelo, plumas y partes pelosas de plantas. Pone entre dos y cinco huevos, blanco-azulados, con el polo ancho moteado irregularmente con pintas de color rojo oscuro. La hembra los incuba durante 13 días. Tras
la eclosión, el macho ayuda en la alimentación de los pollos e incluso los atiende cuando ya vuelan mientras la hembra inicia la siguiente puesta.

Amenazas y Conservación

Por su abundancia y capacidad para amoldarse a paisajes humanizados, tanto urbanos como agrarios, es una especie aparentemente no amenazada. Sin embargo, está sufriendo notablemente el uso abusivo de plaguicidas y herbicidas en los olivares y otros cultivos. Asimismo, el verdecillo, como otros fringílidos, padece la lacra del trampeo ilegal o consentido, de modo que cada año mueren o son enjaulados miles de ejemplares.

FUENTE:
 http://www.seo.org/ave/verdecillo/

JILGUERO (Carduelis carduelis)

Orden Passeriformes; familia Fringillidae
Longitud: 12 cm
Envergadura: 21-25,5 cm

Los jilgueros se distinguen con facilidad por el juego de vistosos colores de su plumaje. En la cabeza muestran una característica careta roja, junto a sendas manchas blanca y negra. Poseen un pico de base ancha, largo y acabado en una fina punta. Su cola es negra, con el obispillo y el extremo distal blanco; además, las plumas más externas de la cola pueden tener amplias manchas blancas. En vuelo se reconocen bien por la presencia de dos amplias bandas alares de color amarillo dorado. No hay dimorfismo sexual fácilmente perceptible, aunque los machos lucen hombros más negros y careta roja más amplia que las hembras. Por otra parte, el plumaje varía notablemente con la edad; así, antes de mudarlo a finales de verano, los volantones carecen de la coloración descrita para la cabeza, pero mantienen las distintivas franjas alares amarillas.

Se encuentra en toda Europa, salvo en el centro y norte de Escandinavia. En Asia llega hasta Mongolia y Arabia Saudí. También se distribuye por el norte de África y penetra hacia el sur por la cuenca del Nilo. Se reconocen varias subespecies. Ha sido introducido en islas atlánticas (Azores, Madeira, Cabo Verde) y en América del Sur, Australia y Nueva Zelanda. En España se halla presente en la práctica totalidad de nuestra geografía, incluyendo tanto las islas Canarias y las Baleares como Ceuta y Melilla. En nuestro país se ha citado una única subespecie residente, carduelis. Además, el anillamiento científico ha revelado que a principios del otoño recibimos individuos de las subespecies carduelis y britannica, procedentes de Centroeuropa y Gran Bretaña, respectivamente.

Desplazamientos

Es una especie migradora parcial. Las poblaciones europeas más norteñas, ubicadas en Rusia y Escandinavia, se desplazan hacia el sur tras el periodo reproductor. También migran algunas poblaciones más meridionales, que viajan a los países mediterráneos. El anillamiento científico demuestra que a la Península Ibérica llega, en los meses de octubre y noviembre, un gran número de jilgueros que proceden o han pasado en su ruta migratoria por Inglaterra, Francia, Alemania, Suiza, Bélgica, República Checa, etc. Una fracción importante continúa su viaje hacia África, donde estas aves se mezclan con poblaciones sedentarias. En la Península hay poblaciones sedentarias y migradoras. Muchas de ellas cruzan en nutridos bandos el Mediterráneo e invernan en el norte de África. El viaje de regreso a la Península y el resto de Europa tiene lugar entre los meses de febrero y mayo. Las poblaciones sedentarias, en cambio, se comportan como nómadas y realizan desplazamientos de escala regional en busca de alimento.

Población

Para Europa se estiman 8,2-24 millones de parejas (datos del año 2000); y para España, un máximo de 2,8 millones (Atlas de las aves reproductoras de España, 2003). En nuestro país se registran densidades muy altas en olivares, pastizales con arbolado, dehesas, vegas fluviales, etc. La tendencia de la población española es creciente, con oscilaciones interanuales, según los resultados preliminares del programa SACRE en 2005.

Hábitat

Se establece en una gran variedad de hábitats, siempre y cuando haya cierta cobertura arbórea y el clima sea suave. No suele instalarse a más de 1.800 metros de altitud. Abunda en cultivos arbóreos de olivos, cítricos, etc.; y también resulta frecuente en dehesas y otros bosques abiertos, vegas fluviales con herbazales o cultivos herbáceos de regadío, prados con linderos vivos y pinares naturales o plantados de pinos carrasco y piñonero.
En invierno prospecta campiñas, áreas cerealistas totalmente desarboladas u otros parajes abiertos, pero ricos en cardos y otras herbáceas. En estos
ambientes constituye grupos con otras especies, como pardillos, verdecillos y verderones.

Alimentación

Se trata de un ave granívora, especialista en extraer semillas de los cardos y otras muchas plantas de la familia de las compuestas (Asteraceae). También consume yemas florales y semillas de jaramagos (Cruciferae). Para sacar las semillas se posa directamente en las plantas y selecciona las que aún no han madurado.

Reproducción

Cría dos o tres veces al año, desde abril-mayo hasta agosto. Es el fringílido que más tarde comienza el cortejo, aunque en el sur de la Península puede emparejarse y criar en febrero. Instala el nido en ramas altas de árboles o arbustos. Este resulta muy blanquecino, ya que emplea muchas fibras vegetales y animales blancas; así, por ejemplo, recoge el vilano blanco de las herbáceas compuestas y las fibras de lana de oveja prendida en los espinos. El macho ayuda a la hembra en la construcción del nido y la alimenta durante la incubación. Este periodo se prolonga por espacio de 12-14 días. La hembra pone normalmente de cuatro a seis huevos, blancos o ligeramente azulados, con motas de tamaño irregular y concentradas sobre todo en el polo ancho. Los pollos vuelan a las dos semanas y solicitan alimento a los padres durante una semana más. Después se independizan, y los padres reinician un nuevo ciclo reproductor. A finales de verano se reagrupan y conforman bandos muy nutridos.

Amenazas y Conservación

En principio, el jilguero no presenta problemas de conservación porque no tiene requerimientos de hábitats muy específicos. No obstante, su vistosa
coloración y variado canto constituyen su perdición. Es el ave más perseguida y trampeada, con miles de ejemplares muertos o enjaulados cada año. Además sufre notablemente el uso abusivo de plaguicidas y herbicidas (para el barbecho químico) en los olivares y otros cultivos.

FUENTE:
http://www.seo.org/ave/jilguero/

ALONDRA TOTOVÍA (Lullula arborea)

Orden Passeriformes; familia Alaudidae
Longitud: 15 cm
Envergadura: 27-30 cm

Presenta un aspecto similar al de otros aláudidos, con una coloración de tonos pardos crípticos. De complexión rechoncha, tiene moño pequeño, cola corta y oscura, y rectrices externas blancas. Su diseño facial es muy contrastado, y posee una característica mancha blanquinegra en el borde anterior del ala. Exhibe un vuelo rápido de fuertes batidos, con pronunciadas ascensiones y descensos.

Especie de distribución paleártica, bien extendida por zonas templadas de Europa, desde la Península Ibérica hasta Rusia. Se halla presente también en el norte de África y en Oriente Próximo. Se reconocen dos subespecies en todo el mundo. En España habita la subespecie pallida, ampliamente distribuida por toda la Península Ibérica, aunque falta o escasea en algunas zonas muy áridas del sureste, el valle del Guadalquivir y la cornisa cantábrica. Está ausente en Baleares y Canarias. Ocupa un amplio rango altitudinal, desde el nivel del mar hasta los 2.200 metros en el Pirineo oriental.

Desplazamientos

Se trata de una especie sedentaria. No obstante, las poblaciones del centro de Europa, y posiblemente parte de las del norte de la Península, son migradoras y se desplazan hacia el sur en invierno, alcanzando la mitad meridional de España y el norte de África. El  paso primaveral se detecta en febrero y marzo, mientras que el otoñal sucede entre octubre y noviembre.

Población

La población europea se ha estimado entre 900.000 y 3,4 millones de parejas, de las que entre 560.000 y 1,3 millones corresponderían a la población española (Atlas de las aves reproductoras de España, 2003). Presenta las mayores abundancias en la Meseta norte y en algunas sierras andaluzas. Según los datos obtenidos por el programa SACRE en 2005, su tendencia parece estable.

Hábitat

Es una especie de medios abiertos y de borde forestal. Gusta de mosaicos de pastizal con matorral o arbolado disperso, o de bosques abiertos.

Alimentación

En los meses estivales se alimenta preferentemente de invertebrados de mediano tamaño (insectos y arañas). Durante el resto del año, la dieta es fundamentalmente granívora.

Reproducción

Se trata de un ave solitaria y territorial. Su periodo reproductor se extiende de marzo a julio, aunque puede efectuar dos puestas anuales. Nidifica en el suelo, al amparo de una mata de hierba o bajo un arbusto. El nido consiste en una depresión del terreno realizada por el adulto y forrada de hierbas y plumas. La puesta consta de dos a seis huevos, de color blanco a oliva, moteados de pardo-rojizo, que son incubados durante 12-15 días por la hembra. Los pollos vuelan a los 10-13 días.

Amenazas y Conservación

Las principales amenazas están relacionadas con la modificación del hábitat. Esta alondra puede verse favorecida por el aclarado de los bosques y los fuegos, pero le afectan negativamente la intensificación agrícola, la desaparición de determinados sistemas agroganaderos —como olivares y viñas tradicionales— y el abandono de las dehesas. Está considerada como “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

FUENTES:
 http://www.seo.org/ave/alondra-totovia/

TÓRTOLA TURCA (Streptopelia decaocto)

Orden Columbiformes; familia Columbidae
Longitud: 31-33 cm
Envergadura: 47-55 cm

Ave de mediano tamaño, similar a la tórtola europea, aunque ligeramente mayor. Se caracteriza por sus tonos ante pálidos y su cola alargada, con el extremo blanco y la base negra. Presenta un fino collar negro, que se extiende por los laterales del cuello, pero que está ausente en los juveniles. Ambos sexos son similares. Tiene un vuelo rápido y ligero, con potentes batidos de alas.

De forma natural se distribuye por Oriente Medio y Asia, hasta China y Corea. Pero a partir de 1930 se ha ido propagando de manera espectacular por toda Europa, esparciéndose desde los Balcanes y Europa central hasta los países escandinavos, la Península Ibérica y el Magreb. Se reconocen dos subespecies, de las que decaocto es la que ocupa Europa. En España la especie se extendió por toda la Península Ibérica en el periodo 1974-1990, avanzando desde el norte hacia el sur. En los años noventa también colonizó Baleares y Canarias. Actualmente se encuentra distribuida por toda la Península, Baleares y Canarias, con las mejores poblaciones en la cornisa cantábrica, el valle del Ebro, Levante y las dos Mesetas.
En nuestro país se trata de un ave sedentaria, aunque realiza movimientos dispersivos de entidad variable.

Población

En Europa se calcula que existen unos 2,7-11 millones de parejas. Su población en España se ha estimado por encima de las 35.000 parejas, en claro aumento en las últimas décadas.

Hábitat

En su área de distribución original se comporta como un ave típica de zonas abiertas, semiesteparias y con formaciones arbustivas dispersas (acacias o similares). Las poblaciones establecidas en Europa y en España ocupan ambientes urbanos, suburbanos y su entorno (jardines, arboledas, urbanizaciones, cultivos, etc.).

Alimentación

Es una especie granívora. Consume principalmente granos de cereal, semillas de herbáceas y, en menor medida, partes verdes de plantas e invertebrados.

Reproducción

El periodo reproductor se extiende de febrero a octubre, pudiendo realizar varias puestas al año. Nidifica en árboles y arbustos (ocasionalmente en postes), donde construye una plataforma rígida de ramas y hojas. La puesta consta de uno o dos huevos, de color blanco, que son incubados por ambos progenitores durante 14-18 días. Los pollos inician sus primeros vuelos a los 15-20 días.

Amenazas y Conservación

La tórtola turca no sufre amenazas y se encuentra en clara expansión.

FUENTES:
 http://www.seo.org/ave/tortola-turca/

MITO (Aegithalos caudatus)

Orden Passeriformes; familia Aegithalidae
Longitud: 12-14 cm
Envergadura: 16-19 cm



Es fácil de identificar por la notable longitud de su cola (7-9 centímetros), que contrasta con su pequeño cuerpecillo, de cortas y redondeadas alas. En un primer vistazo resulta un ave con una apariencia general oscura. Sin embargo, observada con atención se aprecia una banda clara que recorre toda la cabeza, así como una pechuga grisácea con tintes rojizos, que contrasta con los tonos negros y grises del dorso, la cola y las alas. El mito está ampliamente extendido desde la Península Ibérica hasta Asia, aunque falta en el extremo septentrional de Escandinavia, el norte de África, Cerdeña y Baleares. En España es frecuente por todo el territorio, aunque se enrarece en el valle del Ebro, La Mancha y otras zonas con climas muy secos y con escasa vegetación arbórea. En la Península Ibérica se reconocen dos subespecies: taiti, que aparece en la mitad norte, e irbii, en la mitad sur.
Se trata de un ave sedentaria a escala peninsular, con posible incorporación de efectivos norteños en los inviernos más crudos. A escala regional muestra un comportamiento nómada en busca de alimento, sobre todo en otoño e invierno.

Población

La población europea se estima en 2,1-7 millones de parejas (datos del año 2000). En el Atlas de las aves reproductoras de España (2003) se calcula que la población reproductora cuenta con más de 700.000 parejas, alcanzando las mayores densidades en los bosques de frondosas del noroeste español (Galicia y León). La tendencia poblacional, a la luz de los resultados obtenidos en 2005 por el programa SACRE, parece ser ligeramente positiva.

Hábitat

Se desenvuelve en rangos altitudinales siempre inferiores a los 1.700 metros. Requiere ambientes arbolados, con relativa preferencia por los bosquetes caducifolios de robles. Pero también cría en pinares, y en invierno se hace más abundante en las formaciones forestales dominadas por encinas y alcornoques. En cualquier caso, muestra una clara preferencia por bosques con matorral desarrollado.

Alimentación

Es eminentemente insectívoro, capaz de localizar diminutos insectos y arácnidos sobre las hojas y ramitas del arbolado, mientras bulle incansablemente.

Reproducción

Cría una vez al año, aunque ocasionalmente puede realizar dos puestas. De marzo a mayo, las hembras ponen entre 7 y 12 huevos, blancos y a veces con pintas rojizas, que eclosionan a los 13-14 días. Macho y hembra se ocupan de la alimentación de las crías. A las dos semanas, estas ya pueden empezar a volar y se mantienen cerca de sus padres. El nido no es la típica taza que elaboran otras aves. Los mitos, macho y hembra, invierten entre dos y tres semanas en construir, en las ramas de un árbol o arbusto, un nido cerrado, de forma alargada, con un pequeño orificio en el tercio superior. Está fabricado con pelos de grandes mamíferos, telarañas y musgos. El interior es tapizado con plumas, y el exterior queda camuflado con líquenes. De este modo, la estructura, de unos 20 centímetros de largo y 10-15 de ancho, pasa fácilmente inadvertida.

Amenazas y Conservación

Comparte con otras aves forestales el problema de la deforestación. La tala y la fragmentación de los bosques constituyen la principal amenaza. Además, su único refugio en las zonas semiáridas son los bosques de ribera, que se encuentran entre los hábitats más escasos y alterados. También se ve afectado negativamente por la simplificación de las masas forestales, debida a un aclareo abusivo o al establecimiento de plantaciones de pino, chopo o eucalipto. Se considera como “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

FUENTE:
http://www.seo.org/ave/mito/

CARBONERO COMÚN (Parus major)

Orden Passeriformes; familia Paridae
Longitud: 14 cm
Envergadura: 22,5-25,5 cm



Se trata de una especie fácilmente reconocible por el color amarillo de su cuerpo, que contrasta con el azul de las alas y la cola. La cabeza es de color negro-azabache y con las mejillas muy blancas, salvo en los jóvenes del año, algo amarillenta. Los machos se distinguen de las hembras por poseer una conspicua banda negra que recorre su cuerpo desde la garganta hasta la base de la cola. Las hembras, en cambio, tienen muy poco marcada dicha banda, que se desdibuja en el vientre. La especie está ampliamente extendida en Europa, noroeste de África y Asia, donde alcanza Japón, Indochina e Indonesia. En España abarca todo el territorio y solo se ausenta en zonas totalmente deforestadas y en el archipiélago canario. Se discute sobre la existencia de numerosas subespecies. Para el norte de España se menciona major; en las islas Baleares se describe mallorcae; en el sur peninsular se cita corsus; y en Ceuta y Melilla, la subespecie norteafricana excelsus.
Es un ave básicamente sedentaria. Sin embargo, en las poblaciones norteuropeas se registran desplazamientos latitudinales y altitudinales durante el invierno.

Población

En Europa podría haber 41-180 millones de parejas (datos del año 2000). Para España se estimó en los años noventa una población reproductora con más de 4 millones de parejas (Atlas de las aves reproductoras de España, 2003). Su abundancia y densidad son muy variables; las mayores densidades se han registrado en alcornocales y robledales, mientras que su presencia es menor en las plantaciones integradas por una sola especie de conífera. Los resultados preliminares ofrecidos por el programa SACRE en 2005 reflejan una tendencia positiva.

Hábitat

Es un ave forestal, pero no requiere bosques extensos, complejos o bien conservados. Al contrario, es posible encontrarla en prácticamente cualquier medio si aparecen árboles dispersos. Resulta habitual en encinares, pinares, melojares, hayedos, alcornocales, quejigares, sabinares, plantaciones, huertos, parques, bosques de ribera, etc.

Alimentación

Su dieta es insectívora. Se alimenta de coleópteros e himenópteros, y en primavera consume larvas de lepidópteros. Además, en otoño incorpora frutos de zarzas, saúcos, etc.

Reproducción

Inicia la reproducción en marzo. Puede sacar dos polladas, pero es capaz de criar hasta tres veces. En cada ocasión, la hembra pone entre 8 y 13 huevos, aunque el número es sensiblemente variable. Son blancos, con pequeñas motas pardo-rojizas, y los incuba exclusivamente la hembra durante 12-14 días. Los pollos son alimentados por ambos sexos, vuelan a las tres semanas y se independizan a las seis o siete. La hembra construye el nido en oquedades naturales de troncos y tocones y en huecos artificiales. Normalmente utiliza raíces finas, musgo, líquenes, hierbas, partes pelosas de plantas, plumón y telarañas.

Amenazas y Conservación

A priori, no hay amenazas evidentes para la especie, pues no manifiesta una elevada especificidad de hábitat. Sin embargo, el uso indiscriminado de nidales artificiales  no convenientemente colocados y revisados puede facilitar la pérdida reiterada de puestas y polladas como consecuencia de la depredación por picos picapinos y comadrejas. Por otra parte, suele sincronizar su periodo reproductor con el ciclo vital de algunos lepidópteros, los cuales muestran actualmente erráticas variaciones en la eclosión de sus orugas debido al cambio climático, con el consecuente perjuicio para las aves que se alimentan de ellas durante el periodo reproductor. Aparece en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas como “De interés especial”.

FUENTE:
http://www.seo.org/ave/carbonero-comun-2/

CURRUCA RABILARGA (Sylvia undata)

Orden Passeriformes; familia Sylviidae
Longitud: 12-13 cm
Envergadura: 13-19 cm

De coloración general oscura y cola larga —que suele mantener levantada—, esta es una de las currucas de menor tamaño. Presenta el dorso gris pizarroso y las partes inferiores de una tonalidad vinosa con motas blancas en la garganta. Otros rasgos identificativos los constituyen el anillo ocular rojizo y las patas anaranjadas (dibujo 1). Las hembras resultan más pardas en el dorso y poseen una coloración general menos intensa. Los jóvenes presentan tonos más apagados y el pecho parduzco. La curruca rabilarga es un ave muy inquieta que se mueve entre los arbustos y matorrales mediante cortos vuelos a baja altura que efectúa al tiempo que sacude frecuentemente la cola.

Su distribución mundial se circunscribe al Paleártico occidental. Está presente en el suroeste de Europa (Península Ibérica, oeste de Francia, Italia y sur del Reino Unido) y en el noroeste de África (Marruecos, Argelia y Túnez). Se reconocen varias subespecies. En España se encuentra ampliamente distribuida por toda la Península y Baleares (norte de Mallorca, Formentera y Menorca), archipiélago en el que se ha detectado su expansión en las últimas décadas. Falta en Canarias y en extensas zonas del interior peninsular (áreas más continentales de la Meseta norte, Extremadura y Andalucía). En España aparecen tres subespecies: undata en el noreste y Baleares; dartfordiensis en el noroeste; y toni en el centro y sur peninsular.

Se trata de una especie sedentaria, aunque efectúa movimientos dispersivos tanto en altitud como en latitud. Realiza desplazamientos invernales de cierta entidad hacia sectores más térmicos del centro y sur peninsular, Baleares y norte de África. Algunas aves (especialmente los individuos juveniles y una parte de los adultos) tienden a abandonar las latitudes más norteñas para trasladarse a sectores de clima más atemperado. Estos movimientos se detectan en otoño (entre septiembre y noviembre) y en primavera (entre febrero y abril).

Población

La población reproductora europea, cuyos contingentes más importantes se encuentran en la Península Ibérica, se ha estimado entre 1,8 y 3,3 millones de parejas. En España, la población se calcula entre 1,7 y 3 millones de parejas y muestra una tendencia ligeramente negativa en la última década, según reflejan los datos del programa SACRE para el periodo 1998-2005.

Hábitat

Ocupa, principalmente, áreas de matorral y bosques abiertos. El mayor número de aves se halla en formaciones de matorral mediterráneo con jaras, madroños, labiérnagos, etc., y, en menor medida, de matorral montano (brezales, piornales). Se distribuye desde el nivel del mar hasta los 2.000 metros de altitud (en el Sistema Central).

Alimentación

Se alimenta casi exclusivamente de invertebrados: larvas y adultos de odonatos, ortópteros, lepidópteros, dípteros, coleópteros o arácnidos. Ocasionalmente puede consumir pequeños frutos y semillas, especialmente en otoño e invierno.

Reproducción

La época de cría se extiende desde finales de abril hasta el mes de julio. El nido es construido por ambos progenitores en la vegetación densa, oculto entre el follaje. Consiste en un pequeño cuenco de hierbas y finas ramas forrado de plumas. La puesta consta de tres a seis huevos de color blanquecino, gris o verdoso, con moteado variable, que incuban los dos adultos durante 12-14 días. Los pollos, que son alimentados y atendidos asimismo por ambos padres, inician sus primeros vuelos a los 12- 14 días y se independizan a los 10-15 días tras abandonar el nido. La especie puede efectuar dos puestas anuales y, en algunas ocasiones, incluso tres.

Amenazas y Conservación

En España, esta ave no se considera una especie amenazada, dada la amplia distribución que presenta y el tamaño de su población. La expansión
del matorral en muchas zonas por el abandono de la agricultura en áreas marginales o por los incendios forestales puede haberla beneficiado; sin
embargo, se ve afectada negativamente por la intensificación agrícola y por la desaparición de áreas de matorral sometidas a repoblación forestal.
Se incluye en la categoría “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

Fuente:
 http://www.seo.org/ave/curruca-rabilarga/

CURRUCA CABECINEGRA (Sylvia melanocephala)

Orden Passeriformes; familia Sylviidae
Longitud:13-14 cm
Envergadura: 15-18 cm


Pájaro de capirote oscuro, que llega hasta debajo del ojo. Los machos presentan partes superiores de color grisáceo, en contraste con las inferiores, más pálidas, y poseen cabeza negra, en la que destacan el anillo ocular rojo y la garganta blanca. Las hembras son más parduzcas en el dorso, con zonas ventrales de color pardo pálido y cabeza grisácea. Los dos sexos tienen el anillo ocular rojizo, las patas claras (anaranjadas en los machos) y las plumas externas de la cola blancas.


Ampliamente distribuida por la mitad sur peninsular, Baleares y Canarias, esta curruca también penetra por el valle del Ebro hasta el País Vasco y el noreste de Castilla y León, y existe una población discontinua por el litoral cantábrico y las costas atlánticas gallegas. Se encuentra ausente o es muy escasa en la Meseta norte, la Cordillera Cantábrica, Pirineos, el Sistema Ibérico y Asturias. En la Península Ibérica y Baleares habita la subespecie melanocephala, mientras que en Canarias vive la subespecie leucogastra. La mayor parte de las poblaciones ibéricas son sedentarias. Sin embargo, se han descrito movimientos en invierno hacia localidades del sur peninsular y el norte de África que quizás impliquen a jóvenes en dispersión, aunque se desconoce la amplitud de dichos desplazamientos. En el sur de España se detectan incrementos numéricos durante los meses de septiembre a noviembre, correspondientes al movimiento de aves jóvenes en esa época posnupcial.

La población europea se ha estimado en 2,2-5,8 millones de parejas, con los principales efectivos en España, Portugal, Grecia e Italia. La población española no se conoce bien, pero sin duda supone varios cientos de miles de parejas, e incluso puede que supere el millón. Durante las últimas décadas, esta especie ha experimentado una expansión distributiva y poblacional clara hacia el centro y el norte peninsular, que prosigue en la  actualidad.

Hábitat

Ocupa los sectores más térmicos y secos, con las mayores densidades en formaciones de matorral mediterráneo de porte mediano (jarales, acebuchares, lentiscares, coscojares). También se encuentra en dehesas, pinares y bosques de ribera con denso sotobosque arbustivo, así
como en setos y jardines. Se alimenta principalmente de insectos, aunque durante el otoño y el invierno consume muchos frutos, sobre todo de arbustos mediterráneos, como acebuches y lentiscos.

Desplazamientos

La mayor parte de las poblaciones ibéricas son sedentarias. Sin embargo, se han descrito movimientos en invierno hacia localidades del sur peninsular y el norte de África que quizás impliquen a jóvenes en dispersión, aunque se desconoce la amplitud de dichos desplazamientos. En el sur de España se detectan incrementos numéricos durante los meses de septiembre a noviembre, correspondientes al movimiento de aves jóvenes en esa época posnupcial.

Reproducción

Su temporada de cría se extiende de marzo a julio, con posibilidad de que realice dos puestas anuales y ocasionalmente tres. Ambos padres participan en la construcción del nido, un pequeño cuenco de hojas y ramitas, tapizado de hojas secas, pelos y plumas, e instalado en la espesura de un pequeño arbusto. La puesta consta de tres a seis huevos, de color pardo a rosado y finamente moteados, los cuales son incubados durante 13 días por los dos sexos. Los pollos, a los que cuidan y alimentan ambos progenitores a lo largo de 12 o 13 días, alcanzan la independencia dos o tres semanas más tarde.

Amenazas y Conservación

No se trata de una especie amenazada en España, e incluso parece hallarse en aumento en las últimas décadas, quizá por la expansión del matorral como consecuencia del abandono del campo y del efecto de los incendios. Esta curruca resulta muy sensible a las olas de frío, que podrían condicionar
su distribución en las primaveras siguientes. El Catálogo Nacional de Especies Amenazadas la incluye en la categoría “De interés especial”.

Fuente:
 http://www.seo.org/ave/curruca-cabecinegra/

miércoles, 19 de febrero de 2014

PINZÓN COMÚN (Fringilla coelebs)


 Orden Passeriformes; familia Fringillidae

Longitud: 14-16 cm

Envergadura: 24,5-28,5 cm

https://www.dropbox.com/s/42gkuwcq0z3q36b/74_Fringilla%20coelebs%20-%20Pinz%C3%B3n%20vulgar.mp3

Tiene el tamaño de un gorrión, del que se distingue bien por poseer —tanto los machos como las hembras— una llamativa mancha blanca en el hombro, la cual es muy visible en vuelo (dibujo 3). Además, también al volar se aprecia otra banda blanca que cruza las alas en su parte media, así como otras dos bandas blancas más en las plumas externas de la cola. Muestra un claro dimorfismo sexual. Los machos se diferencian por sus tonalidades salmón en el vientre, el pecho y las mejillas; su píleo y nuca reflejan colores grises-azulados (dibujo 1); además, en primavera exhiben
una banda negra en la frente, justo encima de la mandíbula superior del pico —que es de base ancha y no muy largo—. Las hembras, por el contrario, presentan un plumaje dominado por tonos pardos apagados y comparten con los machos el obispillo verdoso (dibujo 2). El pinzón vulgar se puede confundir con el pinzón real. Pero esta última especie, típicamente invernante, carece de bandas blancas y luce un visible obispillo blanco.
En primavera, los pinzones vulgares son aves forestales. Los machos cantan en ramas altas de árboles o arbustos que limitan con claros del bosque o que forman parte de parques, bosques de ribera o linderos en paisajes agrarios. En cambio, en invierno se agrupan en grandes bandos y se mezclan con verderones comunes, verdecillos, verderones serranos, pardillos comunes, jilgueros, pinzones reales, etc. Buscan semillas en barbechos, cardonales, dehesas, pinares, prados de montaña, etc., y se concentran en carrizales u otras masas vegetales densas para dormir.
En España Es frecuente verlo por todo el territorio, aunque en la época reproductora se enrarece en zonas muy desarboladas: valles del Ebro y del Guadalquivir, La Mancha, La Serena y el sureste semiárido. En el territorio español se han descrito varias subespecies. Actualmente se aceptan: coelebs en la Península y Baleares —la misma que en el resto de Europa—; africana en Ceuta y Melilla; canariensis en Tenerife, Gran Canaria y La Gomera; ombriosa en El Hierro; y palmae en La Palma. Las tres últimas son endémicas.

Se trata de un ave migradora parcial. Las poblaciones europeas norteñas migran en mayor proporción que las meridionales. En la Península recibimos pinzones europeos en invierno, los cuales se localizan en la periferia, evitando las mesetas interiores. En la misma estación, los ejemplares ibéricos también abandonan las zonas más altas y frías, y en su lugar ocupan paisajes abiertos, olivares, llanuras cerealistas con arbolado y dehesas. Además, gracias al anillamiento científico se presume que hay efectivos que viajan hacia África. Por otra parte, los pinzones de las subespecies canarias no se mueven de sus respectivas islas.
Es un ave muy abundante. En Europa podría haber 83-240 millones de parejas (datos del año 2000). Para nuestro país se calcula un máximo de 6,4 millones de parejas, según el Atlas de las aves reproductoras de España (2003). Los resultados aportados por el programa SACRE en 2005 apuntan a que la tendencia poblacional parece ser positiva. Las mayores densidades y abundancias se registran en bosques de frondosas (robledales y hayedos), en bosques de pino silvestre y pino salgareño, y en dehesas de encina y alcornoque. Las subespecies endémicas de Canarias son escasas. Se estiman unos centenares de parejas, pero aún se requieren más estudios.

La especie suele habitar y criar tanto en bosques cerrados como en masas arbóreas abiertas. De forma secundaria también ocupa parques, jardines, huertos, matorrales altos o terrenos cultivados si hay arbolado. Las subespecies canarias prefieren los pinares de pino canario.
Es un ave omnívora, que come tanto insectos como yemas, brotes, frutos carnosos (por ejemplo, de saúco) y semillas de cantueso (Lavandula sp.), girasol, verrucaria (Heliotropium europaeum) o haya.

Se trata de un ave migradora parcial. Las poblaciones europeas norteñas migran en mayor proporción que las meridionales. En la Península recibimos pinzones europeos en invierno, los cuales se localizan en la periferia, evitando las mesetas interiores. En la misma estación, los ejemplares ibéricos también abandonan las zonas más altas y frías, y en su lugar ocupan paisajes abiertos, olivares, llanuras cerealistas con arbolado y dehesas. Además, gracias al anillamiento científico se presume que hay efectivos que viajan hacia África. Por otra parte, los pinzones de las subespecies canarias no se mueven de sus respectivas islas.

El macho demarca su territorio de cría y atrae a las hembras con su potente canto. La pareja suele tener una puesta anual de cuatro o cinco huevos (de dos a cuatro en las subespecies canarias) entre los meses de marzo y junio. En algunas zonas se detectan dos puestas o se registran hasta ocho huevos. Estos son blancos o azulados y pueden mostrar pintas rojizas. La hembra los incuba durante 13-14 días en un nido en forma de taza, que ella misma construye en la horquilla de la rama de un árbol o en las ramitas de densos arbustos altos. Para ello emplea musgo entremezclado con raíces finas y hierbas; tapiza el interior con plumas, y cubre el exterior con líquenes. Los pollos abandonan el nido a las dos semanas de nacer. A lo largo del verano se agrupan con otros jóvenes y adultos y conforman nutridos bandos que se mantienen hasta el principio de la primavera siguiente.

La subespecie coelebs, presente en toda la Península, no parece correr riesgo alguno, aunque ha perdido grandes extensiones de campeo debi do a la expansión de zonas urbanizadas, como ocurre en el piedemonte de la sierra de Guadarrama. Las subespecies canarias ombriosa y palmae se consideran “En peligro” según el Libro Rojo de las aves de España (2004), en tanto que canariensis precisa de más datos para que se le aplique una categoría de amenaza. Además, las tres aparecen como “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. En los últimos años se han visto severamente afectadas por la pérdida de pinares debida a los incendios. También sufren las consecuencias derivadas de actividades forestales inadecuadas, así como la presión de depredadores introducidos en las islas por el hombre.

Fuente: https://www.seo.org/ave/pinzon-vulgar/