Los jilgueros se distinguen con
facilidad por el juego de vistosos colores de su plumaje. En la cabeza
muestran una característica careta roja, junto a sendas manchas blanca y
negra. Poseen un pico de base ancha, largo y acabado en una fina punta.
Su cola es negra, con el obispillo y el extremo distal blanco; además,
las plumas más externas de la cola pueden tener amplias manchas blancas.
En vuelo se reconocen bien por la presencia de dos amplias bandas
alares de color amarillo dorado. No hay dimorfismo sexual
fácilmente perceptible, aunque los machos lucen hombros más
negros y careta roja más amplia que las hembras. Por otra
parte, el plumaje varía notablemente con la edad; así, antes de mudarlo a
finales de verano, los volantones carecen de la coloración descrita
para la cabeza, pero mantienen las distintivas franjas alares amarillas.
Se encuentra en toda Europa, salvo en el centro y norte de
Escandinavia. En Asia llega hasta Mongolia y Arabia Saudí. También se
distribuye por el norte de África y penetra hacia el sur por la cuenca
del Nilo. Se reconocen varias subespecies. Ha sido introducido en islas
atlánticas (Azores, Madeira, Cabo Verde) y en América del Sur, Australia
y Nueva Zelanda. En España se halla presente en la práctica
totalidad de nuestra geografía, incluyendo tanto las islas Canarias y
las Baleares como Ceuta y Melilla. En nuestro país se ha citado una
única subespecie residente, carduelis. Además, el anillamiento
científico ha revelado que a principios del otoño recibimos individuos
de las subespecies carduelis y britannica, procedentes de Centroeuropa y
Gran Bretaña, respectivamente.
Desplazamientos
Es una especie migradora parcial.
Las poblaciones europeas más norteñas, ubicadas en Rusia y Escandinavia,
se desplazan hacia el sur tras el periodo reproductor. También migran
algunas poblaciones más meridionales, que viajan a los países
mediterráneos. El anillamiento científico demuestra que a la Península
Ibérica llega, en los meses de octubre y noviembre, un gran número de
jilgueros que proceden o han pasado en su ruta migratoria por
Inglaterra, Francia, Alemania, Suiza, Bélgica, República Checa, etc. Una
fracción importante continúa su viaje hacia África, donde estas aves se
mezclan con poblaciones sedentarias. En la Península hay poblaciones
sedentarias y migradoras. Muchas de ellas cruzan en nutridos bandos el
Mediterráneo e invernan en el norte de África. El viaje de regreso a la
Península y el resto de Europa tiene lugar entre los meses de febrero y
mayo. Las poblaciones sedentarias, en cambio, se comportan como nómadas y
realizan desplazamientos de escala regional en busca de alimento.
Población
Para Europa se estiman 8,2-24 millones
de parejas (datos del año 2000); y para España, un máximo de 2,8
millones (Atlas de las aves reproductoras de España, 2003). En nuestro
país se registran densidades muy altas en olivares, pastizales con
arbolado, dehesas, vegas fluviales, etc. La tendencia de la población
española es creciente, con oscilaciones interanuales, según los
resultados preliminares del programa SACRE en 2005.
Hábitat
Se establece en una gran variedad de hábitats,
siempre y cuando haya cierta cobertura arbórea y el clima sea suave. No
suele instalarse a más de 1.800 metros de altitud. Abunda en cultivos
arbóreos de olivos, cítricos, etc.; y también resulta frecuente en
dehesas y otros bosques abiertos, vegas fluviales con herbazales o
cultivos herbáceos de regadío, prados con linderos vivos y pinares
naturales o plantados de pinos carrasco y piñonero.
En invierno prospecta campiñas, áreas cerealistas totalmente desarboladas u otros parajes abiertos, pero ricos en cardos y otras herbáceas. En estos
ambientes constituye grupos con otras especies, como pardillos, verdecillos y verderones.
En invierno prospecta campiñas, áreas cerealistas totalmente desarboladas u otros parajes abiertos, pero ricos en cardos y otras herbáceas. En estos
ambientes constituye grupos con otras especies, como pardillos, verdecillos y verderones.
Alimentación
Se trata de un ave granívora,
especialista en extraer semillas de los cardos y otras muchas plantas de
la familia de las compuestas (Asteraceae). También consume yemas
florales y semillas de jaramagos (Cruciferae). Para sacar las semillas
se posa directamente en las plantas y selecciona las que aún no han
madurado.
Reproducción
Cría dos o tres veces al año, desde
abril-mayo hasta agosto. Es el fringílido que más tarde comienza el
cortejo, aunque en el sur de la Península puede emparejarse y criar en
febrero. Instala el nido en ramas altas de árboles o arbustos. Este
resulta muy blanquecino, ya que emplea muchas fibras vegetales y
animales blancas; así, por ejemplo, recoge el vilano blanco de las
herbáceas compuestas y las fibras de lana de oveja prendida en los
espinos. El macho ayuda a la hembra en la construcción del nido y la
alimenta durante la incubación. Este periodo se prolonga por espacio de
12-14 días. La hembra pone normalmente de cuatro a seis huevos, blancos o
ligeramente azulados, con motas de tamaño irregular y concentradas
sobre todo en el polo ancho. Los pollos vuelan a las dos semanas y
solicitan alimento a los padres durante una semana más. Después se
independizan, y los padres reinician un nuevo ciclo reproductor. A
finales de verano se reagrupan y conforman bandos muy nutridos.