Es fácil de identificar por la notable longitud de su cola (7-9 centímetros), que contrasta con su pequeño cuerpecillo, de cortas y redondeadas alas. En un primer vistazo resulta un ave con una apariencia general oscura. Sin embargo, observada con atención se aprecia una banda clara que recorre toda la cabeza, así como una pechuga grisácea con tintes rojizos, que contrasta con los tonos negros y grises del dorso, la cola y las alas. El mito está ampliamente extendido desde la Península Ibérica hasta Asia, aunque falta en el extremo septentrional de Escandinavia, el norte de África, Cerdeña y Baleares. En España es frecuente por todo el territorio, aunque se enrarece en el valle del Ebro, La Mancha y otras zonas con climas muy secos y con escasa vegetación arbórea. En la Península Ibérica se reconocen dos subespecies: taiti, que aparece en la mitad norte, e irbii, en la mitad sur.
Se trata de un ave sedentaria a
escala peninsular, con posible incorporación de efectivos norteños en
los inviernos más crudos. A escala regional muestra un comportamiento
nómada en busca de alimento, sobre todo en otoño e invierno.
Población
La población europea se estima en 2,1-7
millones de parejas (datos del año 2000). En el Atlas de las aves
reproductoras de España (2003) se calcula que la población reproductora
cuenta con más de 700.000 parejas, alcanzando las mayores densidades en
los bosques de frondosas del noroeste español (Galicia y León). La
tendencia poblacional, a la luz de los resultados obtenidos en 2005 por
el programa SACRE, parece ser ligeramente positiva.
Hábitat
Se desenvuelve en rangos altitudinales siempre
inferiores a los 1.700 metros. Requiere ambientes arbolados, con
relativa preferencia por los bosquetes caducifolios de robles. Pero
también cría en pinares, y en invierno se hace más abundante en las
formaciones forestales dominadas por encinas y alcornoques. En cualquier
caso, muestra una clara preferencia por bosques con matorral
desarrollado.
Alimentación
Es eminentemente insectívoro, capaz
de localizar diminutos insectos y arácnidos sobre las hojas y ramitas
del arbolado, mientras bulle incansablemente.
Reproducción
Cría una vez al año, aunque
ocasionalmente puede realizar dos puestas. De marzo a mayo, las hembras
ponen entre 7 y 12 huevos, blancos y a veces con pintas rojizas, que
eclosionan a los 13-14 días. Macho y hembra se ocupan de la alimentación
de las crías. A las dos semanas, estas ya pueden empezar a volar y se
mantienen cerca de sus padres. El nido no es la típica taza que elaboran
otras aves. Los mitos, macho y
hembra, invierten entre dos y tres semanas en construir, en las ramas de
un árbol o arbusto, un nido cerrado, de forma alargada, con un pequeño
orificio en el tercio superior. Está fabricado con pelos de
grandes mamíferos, telarañas y musgos. El interior es tapizado con
plumas, y el exterior queda camuflado con líquenes. De este modo, la
estructura, de unos 20 centímetros de largo y 10-15 de ancho, pasa
fácilmente inadvertida.