Identificación
Pajarillo de constitución
rechoncha, sobre todo en invierno, cuando ahueca sus plumas para generar
una capa de aire caliente interior. Machos y hembras son idénticos en
coloración. En su plumaje destaca la amplia mancha anaranjada que se
extiende por la cara, la garganta y el pecho, la cual aparece bordeada
por una irregular y sutil banda gris. El resto del plumaje
resulta poco vistoso. Domina el color pardo verdoso en el dorso y las
alas, y el blanco sucio en el vientre. Los jóvenes volantones, antes de
la muda parcial a finales del verano, muestran un plumaje pardo, con
casi todas sus plumas punteadas en su extremo con motas amarillentas. El petirrojo europeo se mueve habitualmente por el suelo en
busca de insectos. Para cantar se posa en las ramas altas de los
árboles, ya sea en invierno o durante la temporada de cría. Es muy
agresivo, tanto con ejemplares de su misma especie como con el resto de
las aves, no solo en la época reproductora, sino también durante la
invernada. En este último periodo, las parejas se separan y defienden
territorios individuales.
FUENTES:
http://www.seo.org/ave/petirrojo-europeo/
Aparece por toda Europa, las islas atlánticas y el norte de
África, y penetra en Asia hasta los Urales y el mar Caspio. En invierno
desaparece de las localidades más septentrionales de Europa y Asia, y
amplía su área de distribución en África y Oriente Próximo. Se han
descrito numerosas subespecies. En España las poblaciones reproductoras españolas
se asignan a la subespecie rubecula. No obstante, se aprecia una
disminución gradual en el tamaño corporal de norte a sur, de modo que
las poblaciones septentrionales se han relacionado con la subespecie
británica melophilus, y las meridionales se han descrito como
pertenecientes a witherbyi e hispanica. Además, en las islas Canarias se
admite la presencia de dos formas: en Tenerife y Gran Canaria habita la
subespecie endémica superbus, mientras que en La Palma, La Gomera y El
Hierro vive rubecula. En invierno resulta muy común en toda la
Península, Ceuta, Baleares y Canarias, pero evita las montañas, sobre
todo en la mitad norte. En cambio, en primavera se invierte el patrón, y
su distribución se ajusta a grandes rasgos a los territorios con
precipitaciones elevadas o moderadas (pocas veces inferiores a los 600
milímetros anuales). En efecto, en esa época se localiza principalmente
en el norte de España, penetrando hacia el sur a favor de las montañas
(Sistema Ibérico, Sistema Central, Montes de Toledo, Las Villuercas,
Sierra Morena y sierras béticas) y de los bosques de ribera; desaparece
en Baleares y se mantiene en Canarias.
Desplazamientos
El petirrojo tiene un
comportamiento sedentario o migrador, según el territorio considerado en
su rango de distribución euroasiático. Las poblaciones del norte de
Europa (Escandinavia, Rusia y mitad norte de Europa oriental) son
migradoras totales. Por el contrario, las poblaciones de las islas
atlánticas, Europa occidental y el norte de África son sedentarias,
aunque también experimentan movimientos migratorios; así, las instaladas
en los bosques montanos descienden a cotas altitudinales bajas en
invierno. Este último fenómeno resulta muy común en España. A su vez, el
anillamiento científico revela que, en los meses invernales, la
Península Ibérica y Baleares albergan nutridas poblaciones procedentes
de toda Europa. Además, tanto en otoño (septiembre-noviembre) como a
principios de la primavera (febrero-abril), en el estrecho de Gibraltar
se registra un importante trasiego de petirrojos europeos que invernan
al sur del Sáhara.
Población
La población europea se estima en 40-160
millones de parejas reproductoras. En España se calcula la existencia
de 1,2-3 millones de parejas (Atlas de las aves reproductoras de España,
2003). Según los resultados del programa SACRE en 2005, la tendencia de
las poblaciones ibéricas es significativamente positiva.
Hábitat
En primavera y verano, en la mitad sur de
España, el petirrojo cría en bosques ribereños y montanos, subiendo
hasta los 2.000 metros en Sierra Nevada. En la misma época, pero en la
mitad norte, se reproduce en cualquier tipo de bosque, campiñas,
huertos, parques y jardines, exceptuando los parajes bajos,
deforestados, secos o térmicos del valle del Ebro y la depresión del
Duero. En invierno aparece en todo tipo de hábitats, salvo en los
parajes montanos fríos. Abunda especialmente en el monte mediterráneo
rico en arbustos con frutos carnosos, así como en ambientes con gran
cantidad de insectos.
Alimentación
Se trata de un ave típicamente
insectívora, que consume hormigas, escarabajos y arañas. En otoño e
invierno completa su dieta con frutos de zarza, saúcos, lentiscos,
olivos y acebuches; incluso puede alimentarse de bellotas partidas por
trepadores azules y carboneros comunes.
Reproducción
Las poblaciones más norteñas o
instaladas en territorios montanos sacan una pollada, mientras que las
demás efectúan dos puestas. Dependiendo igualmente de la latitud y la
altitud, la especie puede comenzar a criar entre marzo y mayo, y
finaliza en junio o julio. Instala el nido cerca del suelo, en oquedades
naturales o en la base de arbustos o árboles. El nido se compone de
abundante hojarasca, hierbas y musgos, con el interior tapizado de
raicillas muy finas, pelo y plumas. La hembra pone de cuatro a seis
huevos (más raramente entre dos y ocho), de color blanco azulado y con
motas, las cuales pueden ser oscuras, grandes y concentradas en el polo
ancho, o bien pequeñas, pardas, muy numerosas y distribuidas por toda la
superficie. La incubación corre a cargo de la hembra y dura 12-15 días.
El macho alimenta a la hembra y a los pollos recién nacidos. Pocos días
después de la eclosión, ambos padres cuidan y alimentan a los pollos
durante otros 12-15 días. La atención del macho hacia los pollos puede
observarse incluso cuando la hembra ya ha iniciado la segunda puesta.
FUENTES:
http://www.seo.org/ave/petirrojo-europeo/